lunes, 11 de abril de 2011

Crónica sobre un 23 de julio de 1959. Masacre estudiantil en León

Una vez más León evoca Tristeza

Scarleth Vivas Salinas

Desde el segundo piso de la casa CUUN (Centro Universitario de la Universidad Nacional)   pude observar cómo la gente se desborda  para ver esos murales  llenos de fotografías   de lo que sucedió un 23 de julio 51 años atrás   en la ciudad de León, cajas fúnebres en el interior de la casa  tienen dentro una foto de  cada uno de los estudiantes masacrados, cuyas imágenes hablan por sí solas  de lo ocurrido esa trágica tarde.

Líderes estudiantiles entran y salen como Pedro por su casa, la desesperación por saber  cuál era su ajetreo  me estaba matando, sin esperar más me hice notar  ante un líder estudiantil  recuerdo su nombre era Nelson  González, a quien le pregunté: ¿y adónde van que andan tan apurados?, él con una sonrisa en su cara y con un suspiro  me respondió: ¨vamos a visitar los cementerios en donde están enterrados  los cuatro estudiantes que fueron masacrados, solo uno quedó en el cementerio de león  después vamos a Chinandega¨, luego dándome la mano en señal de despedida pero con los ojos puestos fijamente en la camioneta  salió de la casa y partió .

Al sonar de canciones  Revolucionarias en León se revive el pasado, la muerte de cuatro estudiantes  universitarios no fue en vano, pues la sangre derramada  de todos  ellos significo  expresión de unidad y cambió para el pueblo. Esta masacre  ocurrida en el año 1959 demostró que el pueblo nicaragüense si tenía un sentimiento revolucionario   y que luego de veinte años se obtuvo  por unos instantes la libertad de Nicaragua.



León prepara sus calles para sumergirse una vez más en el pasado, para recordar esa lucha por la libertad, se abren las puertas del recuerdo  de todos los que presenciaron ese trágico día: ¨El día pasa soleado pero la tarde se vuelve gris, igual que hace 51 años¨, palabras de Gonzalo Alvarado quién con rostro de satisfacción y alegría me cuenta los sucedido.
La tarde del 23 de julio se torno gris  y se perdió en llanto, humo, lágrimas y entre los aullidos de las sirenas de las ambulancias, dejando la calle que ahora es llamada ¨Calle 23 de julio¨ con charcos de sangre y con cuerpos heridos y desafortunadamente  con cuatro estudiantes muertos mejor dicho masacrados, la guardia  tomó sus espaldas como pechos.
51 años más tarde la calle luce  cuatro cruces pintadas  en color blanco justamente en donde una vez se encontraron esos cuerpos, frente  a ellos arreglos florales  por parte de la alcaldía de León, la cancha llamada con el mismo nombre de la calle  luce orgullosamente  un mural pintado, simulando  lo que sucedió, y es precisamente en esa misma cancha en donde se celebra un pequeño acto ahora con unas pocas personas en conmemoración de ese día.
Parecía que solo los que vivían  alrededor de la Catedral, los que viven el Calle Real  y unos pocos visitantes  ese día,  recordaban tan memorable acontecimiento , no se pudo observar ese pueblo   solidario indignado como en esa tarde gris manchada por sangre. La tarde empieza a hacerse notar  y son pocos los que llegan y esperan  sentados en la calle 23 de julio, es tan irónica la vida, hace 51 años estudiantes universitarios, de secundaria y hasta comerciantes se unieron a una marcha en donde se pedía a gritos la Libertad, cuando esa calle estaba llena de estudiantes ahora  esta vacía pues no hace presencia ni uno solo. Los estudiantes  se toman el día libre  mientras en un pasado no había tiempo para el descanso.
 En la cancha  las pocas personas presentes  tenían en mano un folleto  que por título llevaba la Tarde del 23, me imagine que ahí se narraba todo lo sucedido, y los pobladores en lugar de leerlos lo utilizaban como abanico  y no me pude ni quise imaginar la tristeza que sentirían esos  cuatro mártires quienes de una u otra manera  entregaron su vida para que  veinte años más tarde se acabara la dictadura,  al  observar al pueblo  de León tan desinteresados de su propia historia.

¨Si el pueblo hubiera tenido armas en ese instante se hubiera iniciado una revolución, era tanta  la furia del pueblo  pues le habían tocado lo más preciado, a sus estudiantes¨, Gonzalo Alvarado quién  no quería contarme lo que había vivido pues  decía que todos los años contaba lo mismo y que ya estaba un poco  pasadito de años  para estar hable y hable.
Con  orgullo me  mostró su mano derecha, ¨A mi me pasó un balazo por aquí,  no sentí ni a qué hora me pasó  lo que si  sentía es el ardor en los ojos   por ese gas lacrimógeno¨, así empezó su historia  con un bastón en su mano pues los años  le pesan cada día más, y con una mirada fija hacia una estatua de Rubén Darío,   me  invito a su viaje y me sumergí con él en el pasado con cada palabra que decía hasta me imaginaba  corriendo con todos esos estudiantes. El hospital   estaba repleto  por todos los heridos de la tarde y por todo el pueblo leonés  quienes solidariamente  acudieron a donar sangre  mostrándose solidarios con todos esos estudiantes heridos y por la noche el pueblo se mostro aun más solidario  acompañándolos en la vela,  la ciudad de León estaba de luto, cuatro sueños de libertad habían muerto pero habían quedado  incrustados  en el corazón de todo el pueblo.

2 comentarios:

  1. Esta fecha es muy importante porque se celebra el dia de los estudiantes universitarios, gracias a la sangre derramada por los héroes y martires de León.

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  2. asi es jose, ademas de que esta situación fue de mucha ayuda para que 20 años mas tarde se lograra obtener por unos instantes la libertad de Nicaragua..

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